martes, 8 de febrero de 2011

Flores de verano: el hibiscus



Las flores de los hibiscus tienen aires de trópico, son grandes, extrovertidas. Los estambres y el pistilo sobresalen largamente de la corola, sostenidos por una columna estaminal.




Una de las más conspicuas especies es la rosa de la China (Hibiscus rosa-sinensis), un arbusto de hojas perennes que, gracias a su popularidad y luego de centurias de mejoramiento, tiene innumerables cultivares. Es ícono del imaginario de la Polinesia y Flor Estatal de Hawai. Su zona de origen es Asia tropical. Fue descubierta por los occidentales alrededor de antiquísimos templos chinos en sus formas de flores dobles, lo que prueba lo antiguo de su domesticación y selección. Sólo después se relacionaron estos ejemplares con los de flores simples rojas, la planta de origen, y comenzó a cultivarse en Europa en el siglo XVIII.



La especie tipo es la más rústica para soportar sitios expuestos tanto al sol del verano como a las bajas temperaturas, a diferencia de la mayoría de híbridos y variedades. Su altura máxima ronda los 6 metros. Hay innumerables variedades con flores de todos los colores, menos el azul puro, hasta con tonalidades casi tornasoladas. Las hay también con follajes variegados.



En general, en los nuevos cultivares se busca poca altura y crecimiento compacto. En cuanto a las flores, que sean grandes -las hay de más de 20 cm de diámetro- y que duren abiertas más de un día. Los nuevos cultivares deben protegerse del sol de las tardes del verano, que quema flores y hojas, ya que son muy sensibles a las bajas temperaturas. Crecen mejor en suelos ricos, de Ph neutro o ligeramente ácido. El bloqueo de micronutrientes en suelos alcalinos se traduce en amarillamiento de hojas.



Paisajísticamente, se pueden utilizar para dar color en jardines con estilo tropical o como macizos en aquellos medianos o grandes, siempre que se trate de lugares sin heladas.



Como florecen en ramas nuevas, el despunte de ramas promueve la formación de más pimpollos. Pueden cultivarse como arbolito y en maceta. Se pueden multiplicar por gajo, pero en el caso de los cultivares es necesario hacerlo por acodos aéreos.



Entre las especies de Hibiscus que presentan interés paisajístico, se encuentra la H. syriacus (muy difundida), que durante el verano abre sus flores en tonalidades de lila, rosado y blanco. Es muy utilizada como arbolito de tercera magnitud para las veredas. Otra de ellas es el arbusto Hibiscus mutabilis, algo ramoso pero lleno de romanticismo. Con flores dobles que tienen algo de peonía y cambian de color con el paso de los días de blanco a rosado. Ambas especies son de hojas caducas.